Lo que caracteriza a una persona es su habilidad de manejar herramientas. Y el ordenador es la herramienta más extraordinaria que hemos conseguido crear hasta ahora. Imaginémonos una situación en la que por todo el dinero que valdría para crear el ordenador más potente del mundo se crearan mil máquinas mil veces menos potentes que se entregaran a mil personas creativas. De estas mil personas sacaríamos más provecho que de una, asistida por el ordenador más potente. ¿Por qué? Por que las personas creativas son capaces de utilizar las herramientas de unas formas con las que sus autores ni soñaban. Y si una encuentra un método nuevo para utilizar cierta herramienta las otras 999 podrán emplearlo también.
Al leer estás palabras de Steve Jobs me viene el pensamiento de que ciertamente mil personas creativas con una herramienta menos potente que una sóla con una súper herramienta harían cosas asombrosas y de mayor utilidad. Un ejemplo muy claro es el Open Source que al paso del tiempo ha ido poniendo en marcha uno de los más grandes trabajos en equipo, a distancia, que la humanidad halla podido realizar. Al escuchar música, ver mis películas, leer mis mails, hacer mis tareas, escribir esta entrada en Firefox, me doy cuenta de que está rindiendo frutos, y que el grano de arena (una piedrota en el caso de Linus Torvalds) que han ido colocando cada persona que se va uniendo a la comunidad ha formado una gran roca.
Y ahora los autores iniciales se sorprende al ver que sus herramientas están siendo utilizadas de una forma que ellos nunca soñaron. Han sido parte de la libre comunicación y han ayudado a muchas personas a crear otras herramientas que se han compartido para crear otras o hacer mejoras a las ya hechas, como en mi caso, estoy usando la herramientas de todas esas personas que soñaron con un mundo en donde la comicación fuera un factor importante dentro de la libertad.
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